«No me gusta tocar la gaita, es muy difícil hacerla sonar.
El maestro es mi padre, es un aficionado, pero a él le encanta tocar.
Hace años que recibe clases de Xuacu Amieva, en su Escuela de Gaita.
Mi padre quiere que yo aprenda, pero a mí me gusta más el futbol.
En Oviedo no me caso, Nun tabes y el Ringo Rango.
Se oye sonar una gaita y Asturias Patria Querida.
Mis primeras canciones comienzan a sonar.
Parece que se me da bien…»
Así comienza mi historia, es muy larga, son casi 40 años… si te apetece conocer más sobre ella, te animo a que continúes leyendo.